La convergencia entre la revolución tecnológica y la gestión fiscal está generando nuevas dinámicas y responsabilidades para diversos sectores comerciales, incluyendo las farmacias.

La llegada de Wallapop ha generado un impacto significativo en la forma en que los farmacéuticos, llevan a cabo sus actividades comerciales en línea.

La normativa recientemente implementada, vigente desde el 1 de enero de este año, establece que las plataformas digitales deben informar a Hacienda sobre las actividades comerciales de los vendedores que acumulen más de 30 transacciones al año o hayan obtenido ingresos superiores a 2.000 euros anuales. Esta regulación está impulsada por la Directiva DACC7 2021/514 de la Unión Europea. Tiene como objetivo prevenir el fraude fiscal y garantizar una tributación adecuada de las actividades económicas en línea.

Los farmacéuticos pueden encontrarse dentro del perfil de vendedores afectados por esta normativa. Especialmente aquellos que utilizan plataformas digitales para vender mobiliario u equipos de oficina de segunda mano. Es común encontrar ofertas de este tipo en los mercados en línea, y los precios a menudo alcanzan el límite de 2.000 euros marcado por la nueva regulación, lo que los hace sujetos a informes fiscales.

Es crucial entender que la venta de objetos usados relacionados con la actividad empresarial, como muebles de una farmacia, está sujeta al IVA.

Esto significa que los ingresos generados por estas ventas deben ser declarados como parte de la actividad profesional y se les aplica el impuesto correspondiente. Además, se debe considerar la amortización del bien vendido al calcular los ingresos obtenidos.

Sin embargo, si un farmacéutico realiza una venta personal en una plataforma digital, la situación cambia. En este caso, si la venta se realiza como particular y no como parte de la actividad empresarial. La ganancia obtenida se considera una ganancia patrimonial y debe ser incluida en la declaración de renta, pero no está sujeta al IVA.

Hay que distinguir entre las ventas realizadas en el ámbito personal y aquellas que forman parte de la actividad profesional para cumplir con las obligaciones fiscales de manera adecuada.

Esta nueva normativa implica una mayor responsabilidad para los vendedores en plataformas digitales, incluidos los farmacéuticos. La transparencia en las transacciones y el cumplimiento de las obligaciones fiscales son fundamentales para mantener la integridad del sistema tributario y garantizar una competencia justa en el mercado.

En resumen, la revolución tecnológica está transformando la forma en que se llevan a cabo las actividades comerciales. Las farmacias no son una excepción. La entrada en vigor de nuevas regulaciones fiscales para las plataformas digitales implica una mayor supervisión de las actividades comerciales en línea. Por lo tanto, es esencial que los profesionales estén al tanto de estas regulaciones. De esta forma, podrán  cumplir adecuadamente para evitar sanciones y mantener la confianza de los clientes y las autoridades fiscales.

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