Cada año, el 1 de enero marca el inicio de la dispensación de medicamentos con nuevos precios en las farmacias, establecidos por el Ministerio de Sanidad a través de la Orden de Precios de Referencia.

La reciente Orden 11886/2023, publicada el 1 de noviembre, ha generado un ahorro estimado de 217,54 millones de euros, afectando a 17.671 presentaciones de medicamentos, con 13.994 dispensables en farmacias y 3.727 en hospitales.

Esta medida, según el Ministerio de Sanidad, pretende generar ahorros significativos, con 160,41 millones de euros en medicamentos hospitalarios y 57,13 millones en medicamentos dispensados en farmacias. Sin embargo, ¿cómo afecta esta orden a los diferentes actores en la cadena del medicamento?

Los plazos para adaptarse a esta orden varían para laboratorios, empresas de distribución y farmacias, según el artículo 6 del Real Decreto 177/2014. Los laboratorios deben aplicar los nuevos precios desde el día siguiente de la publicación de la Orden, mientras que las entidades de distribución tienen hasta 20 días naturales y las farmacias hasta el último día del mes siguiente.

Aunque las farmacias son las últimas en ajustarse, los plazos son flexibles. La actualización de precios se gestiona utilizando herramientas en los programas de gestión de farmacias, que valoran el stock a nuevos precios de referencia y calculan las diferencias.

Para las farmacias, la gestión eficiente implica ajustar la rotación hacia finales de año cuando se produce una bajada generalizada.  El Consejo General de COF envía información detallada sobre los precios nuevos para que las farmacias gestionen su stock.

Por otro lado, los laboratorios, como Sandoz, explican que adaptarse a los nuevos precios implica procesos internos coordinados entre distintas áreas de la empresa para garantizar agilidad y efectividad.

La orden anual también impacta en fármacos específicos, como el deflazacort, cuyo precio bajará un 70%, cada mes hay una bajada automática de precios.

En resumen, la Orden de Precios de Referencia tiene un impacto significativo en la cadena del medicamento, exigiendo adaptaciones y ajustes a los diferentes actores involucrados. Aunque los plazos y las herramientas de gestión facilitan el proceso, la colaboración entre laboratorios, distribuidores y farmacias es clave para minimizar impactos y garantizar el abastecimiento del mercado.

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